31.5.16

Murguita del sur



¿Por qué, ese palo que te amasa,

que te afofa, que te aplasta ,vos lo usas

 para matar?

después, cuando ya no queda nada

no hay mas ojos, no hay mas manos

lo querés acariciar...

no hay nada, lo amás

no hay nada, no queda nada...

Eduardo Galeano



22.5.16



Pretendo ser un ser real y todavía soy un sueño 

17.5.16

Eduardo Galeano

El segundo hogar de Galeano era un café antiguo que olía a madera. Allí se acercaba cada tarde y con tranquilidad se tomaba “el cafecito del día“. Un café internacional: Brasilero de nombre y con una camarera de origen andaluz (de Córdoba, para ser más exactos), de apellido Dios; el de la camarera, digo, y a Galeano, un popular enemigo de las religiones, parece hacerle gracia esta ironía. Cuenta que de chico fue un creyente místico pero con el correr de los años esa pasión se fue diluyendo, al enfrentarse a la verdad.




Galeano no sólo escribía bien, también tenía una gran habilidad con las palabras cuando conversaba. Las charlas en las que él participaba eran profundas, intensas y estaban llenas de color. Como interlocutor también era un hombre que volvía sobre sus pasos, y revisaba puntillosamente la conversación. Por eso, aunque en esa misma entrevista había dicho que abandonó la religión en busca de la verdad, más tarde aclara que la verdad única existe sólo en la cabeza de los dogmáticos. Y asegura que él no quiere saber nada con ese tipo de ideas, que prefiere celebrar la diversidad.
Y más tarde dice que el arte sirve para encontrar en la realidad lo que la realidad esconde, porque cada mundo esconde en su interior otros munditos posibles, sólo hay que saber buscarlos. Y en la diversidad, en esas posibilidades que se abren en una misma realidad, se centró su escritura, siempre en búsqueda, siempre rebelde, siempre avizora.
Una palabra que a Galeano le gustaba mucho era ‘política’; ese gastado y desvalorizado concepto que a veces pronunciamos por lo bajo. Y tenía una idea clara de lo que implicaba.







Y posiblemente la forma en la que buscó aferrarse a esa diversidad fue escribiendo. La literatura fue esa arma que le permitió abrirse camino en el mundo y rodearse de gente cariñosa, que le quiere, que le busca. Galeano observa que la literatura es un nexo fabuloso no sólo entre lectores y autores sino también entre lectores y caminantes. Porque las palabras se escapan de los libros y desandan su propio camino; nos golpean, nos arañan y se vuelven propias en la mente y en los ojos de cada lector.
Para Galeano la literatura fue una salvación; uno de esos mástiles a los que uno se aferra y que le permiten desarrollarse. Dice que escribe para llegar a otros, no para él.

La muerte le sorprendió cuando todavía estaba dando buena guerra. Con sus 74 años, Galeano seguía yendo al café Brasilero para que aquella joven de apellido Dios le sirviera el cafecito del día con acento andaluz; es decir, el cafelito.
Galeano es de esos personajes a los que te acercás y que se te quedan pegados, porque toda su literatura respira lucidez y batalla. Quizá eso tenga que ver con esa forma auténtica que tenía de ver la existencia, como una especie de vida llena de pequeñas muertes o de otras viditas, según como se mire: como esa realidad que encierra otros munditos esperando a ser descubiertos.






Lee todo en:

 Eduardo Galeano en “Entrevistas para el recuerdo” > Poemas del Alma http://www.poemas-del-alma.com/blog/especiales/eduardo-galeano-entrevistas#ixzz48wABYJAe


"Eso es todo lo que soy

todo lo que tengo 

y todo lo que te doy." 

Lo contrario es vivir...

16.5.16

El derecho al delirio

Ya está naciendo el nuevo milenio. No da para tomarse el asunto demasiado en serio: al fin y al cabo, el año 2001 de los cristianos es el año 1379 de los musulmanes, el 5114 de los mayas y el 5762 de los judíos. El nuevo milenio nace un primero de enero por obra y gracia de un capricho de los senadores del imperio romano, que un buen día decidieron romper la tradición que mandaba celebrar el año nuevo en el comienzo de la primavera. Y la cuenta de los años de la era cristiana proviene de otro capricho: un buen día, el papa de Roma decidió poner fecha al nacimiento de Jesús, aunque nadie sabe cuándo nació.

El tiempo se burla de los límites que le inventamos para creernos el cuento de que él nos obedece; pero el mundo entero celebra y teme esta frontera.

Una invitación al vuelo 

Milenio va, milenio viene, la ocasión es propicia para que los oradores de inflamada verba peroren sobre el destino de la humanidad, y para que los voceros de la ira de Dios anuncien el fin del mundo y la reventazón general, mientras el tiempo continúa, calladito la boca, su caminata a lo largo de la eternidad y del misterio.

 La verdad sea dicha, no hay quien resista: en una fecha así, por arbitraria que sea, cualquiera siente la tentación de preguntarse cómo será el tiempo que será. Y vaya uno a saber cómo será. Tenemos una única certeza: en el siglo veintiuno, si todavía estamos aquí, todos nosotros seremos gente del siglo pasado y, peor todavía, seremos gente del pasado milenio.

 Aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí que tenemos, al menos, el derecho de imaginar el que queremos que sea. En 1948 y en 1976, las Naciones Unidas proclamaron extensas listas de derechos humanos; pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar. ¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible:

el aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones; en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros;

la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor; el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas; 

la gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar;

se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y, como juega el niño sin saber que juega;

en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo;

 los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas;

los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas;

los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos;

los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas;

la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo;

la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero;

nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene;

el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra; 

la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos;

nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión;

los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle;

los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos;

la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla;

la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla;

la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda; 

una mujer, negra, será presidenta de Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América; una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú;

en Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria;

la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo;

la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: Amarás a la naturaleza, de la que formas parte;

serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma;

los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar; 

seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo;

la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.



Eduardo Galeano 
Patas Arriba 

La Escuela Del Mundo Al Revés

           



  1. “La historia de América Latina es la historia del despojo de los recursos naturales” - Eduardo Galeano 



Los presidentes de los países del sur que prometen el ingreso al Primer Mundo, un acto de magia que nos convertía a todos en prósperos miembros del reino del despilfarro, deberían ser procesados por estafa y por apología del crimen. Por estafa, porque prometen lo imposible. Si todos consumiéramos como consumen los exprimidores del mundo, nos quedaríamos sin mundo. Y por apología del crimen: este modelo de vida que se nos ofrece como un gran orgasmo de la vida, estos delirios del consumo que dicen ser la contraseña de la felicidad, nos están enfermando el alma y nos están dejando sin casa: aquella casa que el mundo quiso ser cuando todavía no era..

23.1.14



Porque entre el Lunes y el Martes me sobra tiempo para necesitarte. Porque me miento si digo que tu mirada no fue mi mejor testigo.. Porque aun no vino el olvido, para llevarse el ultimo de tus abrigos. Por los besos que aun nos quedan en la boca. Por los miles de homenajes que nos dimos. Por nadar y no guardar nunca la ropa. Por los dedos juguetones del destino. Porque fuimos lo que fuimos.. Porque cuesta confesarte. Aun le tengo miedo a tenerte delante. Porque en cuanto me despido, me atropella algun recuerdo en el pasillo. Porque 
 no puedo negarte que te quise sin querer y mas que a nadie.

9.7.13


Que no hay monstruos en el armario, ni los reyes magos te vigilan para ver todo lo malo que haces. Sé que los malos son muy malos, y los buenos no son tan buenos. Créeme, que he aprendido que los conciertos están para dejarse los pies, y la voz. Que los besos a escondidas saben mejor. Que un baño de agua fría a veces sienta tan bien como uno de agua caliente. Que el mundo está plagado de personas agradables, y a la vez, de personas que no merecen ser llamadas personas. Ahora sé que no hay calcetines para el pie izquierdo, ni para el pie derecho. Que los tacones a las cuatro de la mañana en una fiesta, ya no están en los pies. Que las medias se rompen muy fácilmente, y que el pintalabios rojo no se borra de las camisas blancas. Y lo más importante, sé que de siete días a la semana, yo te quiero ocho.

''Me encantas más de lo que imaginas. Multiplicalo por infinito''
Cuando estoy a tu lado soy la definición de libertad.

La pareja perfecta la conforman dos personas distintas, pero con la misma esencia de valores.

28.6.13



"La vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse."

  Te doy las gracias por aparecer en mi vida, por cambiarla, por incluir detalles que nadie más ve excepto vos y  yo, por mostrarme que nunca hay que darse por vencido si luchas por lo que querés, por enseñarme a ser paciente, a quererte, por hacerme reír, por levantar la cabeza cuando todo parecía espantoso, por ver las cosas desde un punto de vista más positivo, por saber afrontar y solucionar los problemas, por decirme que cuando algo no me guste, salga a la calle y lo pinte de otro color más llamativo, para verlo diferente.
L&G 


Deberían aprender a enseñar cómo se quiere para siempre, a no quedarse quieto si no se sabe a dónde ir.

Dicen que el amor mueve el mundo y más de la mitad del mundo se mueve desesperadamente para encontrar el amor.

Por ti, por mi y porque el mundo es nuestro. Tú no me abandones que yo ya haré el resto.